Pero Sócrates tuvo razón en algo: la escritura sí atrofió nuestra memoria. No la de todos, por supuesto, pero sin duda relegó el acto de recordar a un segundo plano, tanto individual como colectivamente.
Me parece significativa esta frase porque hace una clara referencia a cómo la IA, hasta cierto punto, nos vuelve esclavos y perezosos. Con esto no me refiero a que la IA sea mala (como se menciona en el texto), sino que me llama la atención la manera en que, tanto ahora como antes, las personas prefieren un método más sencillo que uno complicado para lograr el objetivo que tienen en mente. Antes se trataba de recordar, lo cual se facilitó con la escritura; ahora, en cambio, hablamos de tareas más cotidianas: escribir, buscar la solución a un problema, pedir consejos, tomar decisiones, etc.
Como se menciona en la frase, no es una cuestión de bueno o malo, sino de que, como seres humanos, solemos buscar la facilidad en nuestras vidas. Inevitablemente, esto ha ocurrido, ocurre y seguirá ocurriendo a medida que sigamos evolucionando como sociedad.