al hacerlo, se pierde la alternativa, que en este caso es poder hacer cosas nosotros mismos
El autor dice algo muy cierto: usar la IA tiene su precio. A veces sin darnos cuenta dejamos que piense por nosotros, y eso hace que no usemos tanto nuestra propia cabeza. No está mal apoyarse en ella, pero tampoco deberíamos dejarle todo el trabajo. Hay cosas que uno mismo tiene que pensar y resolver.