ahonda en el aspecto oscuro de la tecnología digital y los riesgos y daños de la vida en línea, entre ellos las consecuencias de internet sobre el derecho de los niños a la privacidad y la expresión. Las TIC han amplificado algunos de los peligros tradicionales de la niñez: una vez confinado al patio de la escuela, el acosador puede ahora seguir a las víctimas hasta sus hogares. Pero también suponen nuevos peligros, como la ampliación del alcance de los depredadores, el fomento de la creación de materiales de abuso sexual infantil “por encargo” y la ampliación del mercado para la transmisión de abuso sexual en vivo.
El uso de las herramientas digitales en casa por parte de los niños también abre una nueva gama de posibilidades y al mismo tiempo de exposición por uso inadecuado de las mismas. Los niños no solo reciben material pedagógico, a su vez están expuestos a ciber-delincuencia. De igual manera padres de familia y docentes, quienes por necesidad, rompen esa barrera invisible de lo profesional, mutando así la relación docente-acudiente-alumno.