sin excluir el exabrupto, el disparate lingüístico, el caos de puntuación o su más completa ausencia
y qué muchos disparates, leemos a diario, tanto de parte de nuestros jóvenes, como de muchas personas profesionales, que no cuidan, ni velan como escriben y pueden dar una imagen negativa de su persona.
constituyen un escaparate que exhibe a la vista de cualquiera la ortografía de una persona, su léxico, su capacidad para estructurar el pensamiento
En muchas ocasiones, nos sorprendemos de que personas con estudios universitarios y títulos, escriban tantos errores (u horrores) ortográficos. A mi me resulta hasta bochornoso.
Pero es que hay algo más y de suma importancia que se desprende de los tuits que botamos al éter: nuestra propia imagen.
Es por este motivo que le enfatizo a nuestros jóvenes e incluso adultos, que piensen bien antes de escribir. Por que nuestra escritura, podría presentar una imagen de lo que realmente somos.