La primera es que a menudo los problemas sociales más graves de una sociedad son problemas clandestinos que no se pueden cuantificar. La segunda, porque ciertos colectivos sociales importantes, como por ejemplo los toxicómanos, no son representativos desde un punto de vista estadístico.
Considero que, en muchos casos, aunque un problema sea cuantificable y sea estadísticamente significativo, puede valer la pena analizar algunas cosas desde la perspectiva cualitativa. Me parece que muchas investigaciones pueden beneficiarse de la triangulación de los métodos.