Una interfaz intuitiva puede facilitar la comprensión y la participación de los usuarios, lo que puede conducir a mejores resultados en la formulación e implementación de la estrategia. Es importante diseñar la interfaz de manera que sea fácil de usar y accesible para todos los usuarios, independientemente de su nivel de habilidad tecnológica. La clave está cuando se crea de manera colaborativa.

No deja de ser particularmente contradictorio que, a pesar de la conciencia del libro como interfaz y reconocimientos que éste libro hace específicamente tanto en la disciplina de los estudios de software como en el caracter político de las interfaces, se configure a sí mismo como una interfaz de escaso acceso, que llega tardía a Latinoamérica, perpetuando dinámicas de exclusión habituales en los libros y su distribución física y su difusión desigual en la cultura a través de dinámicas de acceso desigual.

Será interesante leerlo. Habrá que ver cuándo llega a las bibliotecas públicas y a los escenarios digitales y con qué licencias y libertades de acceso y reconfiguración, mientras los mercados, editoriales y autores coinciden en los permisos necesarios para este libro empiece a operar realmente como interfaz política crítica en lugar de continuista.