Incluir la lúdica en los ambientes educativos, permite promover la construcción de identidad, pertenencia cognitiva, aumenta la confianza del sujeto en sí mismo e incentiva la motivación en diversos aspectos. Debe comprenderse que los ambientes lúdicos no solo generan diversión, por ello se hace vital mencionar que el juego permite ver más allá de lo convergente, da la posibilidad de aludir la realidad de forma temporal, dando la oportunidad de habitar otros mundos posibles y donde predomine lo fantástico, promoviendo de esta manera el desarrollo de la creatividad y la imaginación de los individuos.

Al ser una forma de producción generalizada, no es responsable involucrar un intercambio monetario, ya que generaría una decadencia en los contenidos por basarse en una obligación, siendo que es una participación principalmente voluntaria para poderse llevar una verdadera transformación social que resulte favorable al fácil acceso y el uso de los recursos comunes.