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  1. Feb 2018
    1. O, mejor, una metacultura que podría ser la plataforma para una multiplicidad de culturas [un pluriverso...] la cultura de una sociedad en la que los lugares y las comunidades no sean entidades aisladas sino nodos en una variedad de redes [...] ayudando a crear un planeta resiliente donde sería posible, para nosotros y para las generaciones futuras, vivir y, ojalá, vivir bien.

      ¿Metaherramientas para metaculturas?

    2. ¿Cuáles son las principales manifestaciones ecológicas y sociales de la insostenibilidad y la desfuturización (e.g., los efectos sobre el agua; el empobrecimiento sistemático de los trabajadores negros; el agotamiento del suelo; el consumismo desenfrenado; las formas destructivas de extractivismo, incluyendo la extracción de oro, solo por mencionar algunas)?

      ¿Cómo se puede ver esto en Salento o Cajicá, frente a sus procesos de urbanización, ocupación y gentrificación aceleradas?, ¿Cómo resistir, descolocar, bifurcar dichas ocupaciones para dar cuenta de otras posibilidades?

    3. Evita la desfuturización en objetos y pone de presente la contribución de la tecnología a la insostenibilidad. Articula la imaginación y la tecnología ontológicamente; reconceptualiza ‘mundo’ para crear posibilidades de futurización; y enfrenta la antropogénesis de la tecnicidad
    4. . Por último, hay mucho énfasis compartido en la necesidad de imbuir la enseñanza del diseño con herramientas para la reflexión ontológica para que los diseñadores sean conscientes de su situacionalidad en las ecologías para las que diseñan.

      ¿Cómo esta investigación puede informar nuevas prácticas educativas en la formación de diseñadores, particularmente, desde el Sur Global (específicamente en la Universidad de Caldas) y en diálogo con otras modernidades, discursos y prácticas contrahegemónicas y futurizantes?

    5. Se debe tener cuidado, por supuesto, en no caer en la defensa acrítica de tradiciones que alberguen alguna forma de opresión (el patriarcado, por ejemplo). Pero es legítimo preguntar si algunos tipos de tradición pueden ser utilizados hoy en día como herramientas para la crítica, la futurización y la sustentabilidad.
    6. Ha llegado el momento de que restauremos algunas de las categorías utilizadas por las víctimas para entender la violencia, la injusticia y la indignidad a las que han sido sometidas en nuestros tiempos [...] estas categorías olvidadas proporcionan una pista vital hacia el ser intelectual reprimido de nuestro mundo, sobre todo hacia esa parte que está tratando de mantener vivas las visiones de un modo de vida más democrático y menos expropiador. Para ese otro yo del mundo del conocimiento la modernidad no es el estado final de todas las culturas ni la última palabra en creatividad institucional. No importa qué tan formidable y permanente pueda parecer el edificio del mundo moderno este otro yo reconoce que algún día habrá sociedades posmodernas y una conciencia posmoderna y esas sociedades y esa conciencia podrían optar por construir no tanto sobre la modernidad como sobre las tradiciones del mundo no moderno o premoderno (
    7. una de las consecuencias más importantes en términos del diseño de la modernidad ha sido la supresión sistemática, y no pocas veces la destrucción, de mundos no modernos. “Dicho de una manera más contundente —afirma Fry— [la modernidad] no sólo robó el futuro a la gente que dañó y explotó sino que puso en marcha un proceso que negó el futuro y desfuturizó lo nacido y lo por nacer” (2015: 23). Pensar decolonialmente este asunto indica una crítica de la noción de un mundo hecho de un solo mundo y, por el contrario, defiende la idea de que “aunque el planeta es singular el mundo es plural —porque está formado y visto en diferencia—, como nosotros”
  2. Jan 2018
    1. Es un ejemplo de lo que los activistas llaman ‘ancestralidad’, refiriéndose al mandato ancestral que inspira las luchas de hoy y que persiste en la memoria de los mayores, ampliamente documentada en tradiciones orales y en estudios académicos (Lisifrey et al. 2013). Este mandato se celebra con alegría en la poesía oral y la canción: Del África llegamos con un legado ancestral; la memoria del mundo debemos recuperar. La ancestralidad no es un apego intransigente al pasado; se deriva de una memoria viva directamente ligada con la capacidad de imaginar un futuro diferente —una ‘futuralidad’ que lucha por condiciones que les permitan perseverar como mundos distintos.
    2. la ecología política como el campo que estudia las múltiples intersecciones entre naturaleza, cultura, historia y poder. Los énfasis han oscilado entre ‘la producción social de la naturaleza’ (más prevalente en la geografía marxista) y ‘la construcción cultural de la naturaleza’ (en la antropología con inclinación postestructuralista).

      [...] Todas estas investigaciones son útiles para elaborar las ‘ecologías políticas híbridas’ apropiadas para la preocupación del diseño con la activación de diferentes futuros socio-ecológicos

    3. las declaraciones arquitectónicas egocéntricas y las ficciones de planificación maestra medidas con la escala del imperativo [de cambio climático y deslocalización16 generalizada] no están simplemente fuera de lugar; son crímenes contra el futuro”

      Algo similar ocurre con el metro que quiere llevar actualmente el alcalde de Bogotá, Enrique Peñaloza.

    4. Una pregunta clave es: ¿cómo se diseña para un mundo complejo? En lugar de seguir llenando el mundo con cosas, ¿qué estrategias de diseño nos permitirían —a los humanos— tener vidas más significativas y responsables con el medio ambiente (Thackara 2004)? El hecho de que todos vivimos, cada vez más, dentro de un ‘complejo de diseño’ significa que el diseño se ha convertido en “una categoría más allá de las categorías”

      Quizás diseñar para la complejidad implique reconocer el diseño en abierto, con sus ciclos de realimentación constantes y entregas parciales, pero continuas y progresivas. El código fuente de lo que diseñamos tiene que estar abierto, para alentar la bifurcación y construcción conjunta, lo cual implica prácticas e infraestructuras asociadas a ejercer dichas posibilidades.

    5. Pensar en la relación entre diseño y futuro hace eco al llamado a ‘desplegar las capacidades políticas del diseño’, es decir, ir contra la tendencia analítica en los estudios críticos del diseño a examinar, principalmente, cómo a través de su propia materialidad el diseño despliega tipos particulares de poder en los cuerpos, los espacios o los objetos para centrarse, en cambio, en la capacidad del diseño para ampliar la gama de posibles formas de ser a través de nuestros cuerpos, espacios y materialidades
    6. Esta posición ética implica una racionalidad técnica alternativa; como veremos, resuena con el énfasis de los movimientos sociales en la ancestralidad como base para la autonomía y de los diseñadores de transición en la futuralidad, o creación de futuros que tengan futuro, como principio fundamental del diseñ