16 Matching Annotations
  1. Feb 2018
    1. La generación de condiciones favorables para proyectos de vida colectivos exige la creación de entornos favorables mediante la “infraestructuración” apropiada. Las infraestructuras habilitantes —el resultado del co-diseño— tienen la intención de contrarrestar las infraestructuras desfuturizantes que están en la base de la mayoría de las actividades modernas —su subversión desde el interior (e.g., a través del reequipamiento, entendido en sentido amplio) o desde el exterior (nuevos diseños)—. Hacer el co-diseño posible y probable requiere que se establezca una multiplicidad de elementos, desde la investigación, la experimentación y la creación de prototipos hasta plataformas, redes locales y herramientas orientadas

      a la comunidad. Un aspecto interesante del marco es la idea de que las capacidades del diseño difuso también pueden ser acrecentadas a través de estas herramientas y prácticas y que esto podría ser un paso importante para hacer que el co-diseño sea eficaz. Las soluciones habilitantes surgirán de acuerdo con la fuerza de las herramientas y las metodologías de co-diseño. «Las soluciones habilitantes son sistemas de producto-servicio que proporcionan los instrumentos cognitivos, técnicos y organizativos que aumentan las capacidades de las personas para lograr un resultado que valoran» (Manzini 2015: 167-168). Se originan en una pregunta aparentemente sencilla: ¿cómo podemos alcanzar la vida que queremos vivir?

      La idea de infraestructuras habilitantes está vinculada fuertemente con la indagación de mi investigación. La primera personas de esta pregunta y de la mía indica la intensión de que estas infraestructuras habiliten a sus creadores/usuarios en lugar de a quiénes las disponen para ser usadas, pero que apropian su plusvalía.

      Todas las infraestructuras habilitan. La pregunta es a quién. Acá también hay un vínculo de pasar de las acciones a las infraestructuras, como diría Antonio LaFuente y como venimos haciendo permanentemente desde comunidades hacker.

    2. . También es notable la tendencia de las comunidades locales a aceptar, con frecuencia bajo presiones de diverso tipo, los proyectos convencionales del desarrollo con corporaciones, oenegés o el Estado (e.g., los proyectos REDD). En el lado del decrecimiento el riesgo principal es la subversión de su significado a través de la ‘economía verde’ y aquellos esquemas que dejen intacta la arquitectura básica del economicismo.

      Sin embargo, habría que ver si existen modelos asociados al uso de los recursos de todos, pero administrados por el estado, para la producción de Pro-Común. (cfg: La Gobernatón, ¿qué sigue?).

    3. se pueden diseñar dispositivos para transformar, gradualmente, nuestras maneras principales de entender y de ser

      el cuidado se puede estructurar en el diseño de herramientas y equipos a través de lo que denomina «presenciación” (presencing), un concepto relacionado con la noción del diseño transparente de las interfaces tecnológicas que es clave para la incorporación en las herramientas de hábitos ecológicos a través del diseño para transformar nuestras acciones rutinarias en formas de comportamiento ecológico; esto ha de lograrse mediante la incorporación de ‘guiones’ en el diseño de productos. De esta manera los diseñadores tendrían que ir mucho más allá del objetivo de satisfacer las necesidades de los usuarios para articular, de formas novedosas, las preocupaciones y deseos de una colectividad. Las nuevas rutinas encarnadas se volverían lentamente colectivas y transformarían, eventualmente, la conciencia social y las estructuras institucionales. [...] El enfoque, sin embargo, sigue siendo básicamente teórico y no aborda, explícitamente, la dimensión política.

      Esto pasa en alguna medida con Grafoscopio, pues debido a su caracter de metasistema y su condición de objeto activista, embebe prácticas referidas a la disponibilidad permanente del código fuente, tanto de la herramienta, como de los escritos creados en ella y ejemplifica otras ecologías del conocimiento, asociadas al conocimiento como bien común.

      La comunidad de práctica alrededor de Grafoscopio comparte, deconstruye e incorpora dichas formas de entender y ser, de modos progresivos, configurando una identidad propia, que es distinta al grueso del hackerspace. Una ventaja de nuestro enfoque es que lo político es explícito y la teoría y la práctica dialogan en él a través de dispositivos digitales hacktivistas..

    4. desde esta perspectiva las organizaciones constituyen conversaciones para la acción. Hay un cierto grado de recurrencia y formalización en estas conversaciones, que Winograd y Flores (1986) caracterizan en términos de actos lingüísticos distintivos. Las organizaciones son redes de compromisos que operan a través de actos lingüísticos, como las promesas y

      las peticiones. [...] En última instancia la característica central de las organizaciones y su diseño es el desarrollo de competencias comunicativas en un ámbito abierto para la interpretación, de manera que los compromisos sean transparentes

      [...] Una parte importante del marco de Winograd y Flores es el desarrollo de un enfoque lingüístico para el trabajo de las organizaciones sobre la base de ‘directivas’ (pedidos, solicitudes, consultas y ofertas) y ‘comisiones’ (promesas, aceptaciones y rechazos). En la década de 1980 Flores desarrolló un software para organizaciones, llamado El coordinador, basado en la idea de que las organizaciones son redes de compromisos que operan en el lenguaje. Véanse Winograd y Flores (1986, capítulos 5 y 11) y Flores y Flores (2013). Su objetivo era “hacer las interacciones transparentes [...] en el dominio de las conversaciones para la acción”

      La interacción entre organizaciones institucionalizadas y conviviales está ocurriendo para casos del hacktivismo en términos de peticiones (derechos de petición, entradas al blog) y promesas (hackatones, respuestas, proyectos).

      Una de las preguntas actuales es cómo hacer que las dinámicas de gobernanza propias de las organizaciones conviviales puedan ser coherentes y escalables a nivel barrio o ciudad. Qué infraestructuras favorecerían dichas posibilidades de acuerdos transparentes en red.

      Interesante reencontrar el software de Windograd y Flores y revisar cómo se adecuan o no a sistemas como wikis y repositorios de código y cómo el diálogo entre ellos podría alentar estas ideas de software para acciones transparentes.

    5. Esta habilidad ontológica para ‘hacer historia’ —para involucrarse en conversaciones e intervenciones que cambian la forma como nos ocupamos de nosotros y de las cosas, sobre todo el trasfondo que se necesita para entenderlas— puede ser reavivada, como Flores y sus coautores estudiaron en detalle en un trabajo posterior (Spinosa et al. 1997). La revelación hábil y efectiva (skillfull disclosing) de nuevas posibilidades de ser en el mundo, sin embargo, exige un intenso involucramiento con una colectividad en lugar de la tan celebrada deliberación distanciada o el entendimiento descontextualizado, característico de buena parte de la ciencia y los debates en la esfera pública. Requiere un tipo diferente de actitud que proviene de vivir en un lugar y de tener un compromiso con una comunidad con la que nos involucramos en actividades pragmáticas en torno a una preocupación compartida o alrededor de una ‘desarmonía’3 o problemátic

      central. En estas nociones ya podemos percibir la idea de que el diseñador podría ser un revelador en este sentido; más aún, el diseñador demuestra conciencia de que es un revelador (discloser). Estos autores también afirman que aunque esta forma de ‘hacer historia’ ha disminuido en Occidente, no está completamente perdida —de nuevo, es una capacidad que necesita ser recuperada y sostengo que el diseño es un medio para hacerlo

    6. En todos estos casos los aparatos asertivos de diálogo (occidentales, supuestamente racionales) operan como tecnologías políticas para someter otras visiones de paz, diálogo y vida. En todos estos discursos se encuentra la falta de justicia cognitiva que Boaventura de Sousa Santos (2014) considera esencial para la transformación social duradera. Este es uno de los ejes más importantes para discutir el renovado interés por las visiones culturales, las civilizaciones y el diálogo intercultural como proyectos ontológicos y políticos complejos

      Otras materialidades serían una forma de resistencia a la ocupación ontológica. Incluso usar la publicación sería una manera de hackear los lugares hegemónicos de dicho diálogo.

  2. Jan 2018
    1. “tenemos que ampliar nuestro horizonte para abarcar tradiciones no Occidentales de reflexión sobre la experiencia” (

      Ver: https://hyp.is/mpjAWgXgEeitIDstH5w0ew/maestriadesarrollo.com/sites/default/files/publicaciones/autonomia-y-diseno-arturo-escobar-ok.pdf

      Estos ejercicios escriturales distintos, desde infraestructuras de bolsillo, pueden habilitar el cruce de puentes entre formas de reflexión. Por supuesto, aún no estamos escribiendo cosas como nuestras tesis en dichas infraestructuras, sino textos activistas y "complementarios", pero en la medida en la que maduren, podría hacerse.

    2. La pregunta que tendremos que hacernos de forma cada vez más refinada es si podemos imaginar y crear formas alternativas de ser, hacer, y conocer sin perder la capacidad de entender y maniobrar hábilmente en los meandros de la constelación moderna de ciencia, real, individuo, y economía. Se necesitaría una transformación ontológica relativamente profunda de nuestra parte para alcanzar esta meta.

      El hacktivismo puede ser una manera de explorar dicha maniobrabilidad desde lo relacional, pues a pesar de estar basado en premisas de ciencia y técnica racionalista, no renuncia a su caracter relacional, crítico, ni político.

    3. Podemos encontrar respuestas a estas preguntas, distintas pero complementarias, tanto en los mundos activistas como académicos.

      Para acercar estos mundos complementarios, se puede pensar en cómo deconstruir la publicación y la educación desde el hacktivismo, como hacemos con Grafoscopio.

      El desafío es ver si tanto académicos como academía están dispuestos a apostar a otras infraestructuras y prácticas de publicación, en medio del sistema patriarcal, depredador y extractivista, del que participa la academia actual.

    1. The Club’s media ensemble and interactions with rel-evant actors perpetuate each other and co-determine the Club’s abil-ity to politicize media technologies and infrastructures. The dynamic at hand that best describes this process will be referred to as a spiral of legitimation.According to Mark Suchman, legitimacy is practically the basis of poli-tics as it addresses the forces ‘that constrain, construct, and empower organizational actors

      Acá también se ve una espiral de legitimación relativamente débil. La sociedad civil ocupa lugares relativamente invisibles en el contexto colombiano y los activistas no han logrado mayor visibilidad y legitimación respecto a instancias donde se ejerce el poder, a pesar de su continua resistencia a maneras de dicho ejercicio unilaterales y arbitrarias.

  3. Dec 2017
    1. en together, recent theoriza-tion and research highlights the ever more substantial role hackers play for contemporary social and political arrangements. overall, it can be said that recent investigations of hacker cultures bring forward a multi-layered and revealing characterization of hackers by looking closely at who they are, what they do and why they do it, instead of preserving ste-reotypes or proclaiming generalizations. It is this latter conceptual posi-tioning of hackers, hacking and hacktivism that this research is drawing on and aims to expand by adapting a figurational approach
    2. concrete entities such as civil society organizations and on the role media technologies and infrastructures play in political engagements other than protest and mobilization (see Karpf 2012). Recent studies on hackers and hacking—understood as one particular set of contemporary political engagement—are no exception in this regard, as they tend to focus on contentious and globally networked forms of activism (Coleman 2014)
  4. Nov 2017
    1. Weareconcernedthatthedividebetweentheenactmentandinscriptionofdigitalrightsremainsdangerouslyopen.Thosewhoseattempttoinscriberightsinlawworkwiththeassumptionthattheirenactmentwillfollowtheirinscription.Thosewhoseactsenactdigitalrightsworkwiththeconvictionthattheirinscriptionwillfollowtheirenactment.WithRancière,wecansaythattheirinscriptionisapreludetotheirenactmentwhiletheirenactmentinspirestheirinscription.Thosewhoaremakingdigitalrightsclaimsinsayingsomething(inscription)areonaseparatebutnecessarilyrelatedpathfromthosewhoaremakingdigitalrightsclaimsbysayingsomething(enactment).Letusconsidermorecloselymakingrightsclaimsinsayingsomethingandbysayingsomething.

      Enlazar con esto.

    2. Twodecadeslater,CAE’sviewon‘electroniccivildisobedience’seemsbothprescientandnaïve

      It seems prescient in face of the emergence and transformation of hacktivist groups such as Anonymous, Demand Progress, and WikiLeaks, which have developed new political subjectivities. Also, it can hardly be said that such hacking remains the domain of ‘teenagers’, let alone American teenagers.[14] CAE’s idea that a technocratic avant-garde may emerge as a political subject has also been borne out in some ways. Their idea of small cells of subjects of politics can also be said to anticipate the emergence of hacktivist groups,[15] composed of ‘activist, theorist, artist, hacker, and even a lawyer . . . knowledge and practice should mix’. Yet it seems naïve at the same time for its rigid turn away from streets and squares as sites of dissent. Time and again, contemporary events have shown us the importance of streets and squares for enacting dissent, and even simply mentioning Tahrir Square, Taksim Square, Maidan Square, Occupy Wall Street, or Puerta del Sol immediately emphasizes this point without belabouring it. Moreover, as we have argued throughout this book, to imagine cyberspace as separate and independent from an ostensible physical space is both empirically questionable and theoretically indefensible.

    3. ThevirtueofhacktivismisthatitremindsusthatactivismontheInternetandthepoliticalcyberspacethatitcreatessharealineagewithespeciallythesocialstrugglesagainstracism,misogyny,inequality,exploitation,xenophobia,homophobia,andotherformsofoppressionandinjusticethatdefinedthetwentiethcentury.

      [...] As Marianne Franklin reminds us with Donna Haraway, being able to differentiate between hacking for and without a cause is as important as ever for enacting political subjectivity.

      Hackers thus contribute to upholding the subversive image of being digital citizens, but by doing so they also painstakingly make rights claims through cyberspace as a commons.

  5. Jan 2014
    1. Aaron Swartz's act of hacktivism was an act of resistance to a corrupt system that has subverted distribution of the most important product of the academy—knowledge.